El belly binding o belly wrapping es una técnica de recuperación que se encuentra presente en la mayoría de culturas ancestrales e indígenas.

Algunas culturas donde esto se practica son Malasya, Indonesia, Nepal, India, Taiwan y, de este lado del mundo, en México y otras culturas indígenas en Suramérica. Usualmente son las parteras que le colocan el wrap a la mujer, como una forma de cuidado ritualístico que representa el cierre de la etapa de embarazo y que ayuda a que el cuerpo tanto físico, como energético, comience a cerrarse.

Se recomienda comenzar a utilizar el bind entre el tercer y el séptimo día postparto y continuar usándolo por cuarenta días. Si diste a luz por cesárea, debes esperar a que la cicatriz sane para comenzar.

 

Técnicamente el wrap y la faja obstétrica cumplen la misma función. Las fajas que se deben evitar son las fajas postparto que están diseñadas para “recuperar la figura” ya que estas pueden apretar excesivamente la cintura provocando que los órganos se muevan fuera de lugar. Además, no proveen un soporte adecuado y pueden contribuir al debilitamiento muscular.

Para que funcione óptimamente el bind se debe colocar desde las caderas y cubrir todo el abdomen. No debe apretar la cintura excesivamente por lo antes mencionado.

Algunos beneficios de esta técnica son:

 – Asiste a los órganos a recolocarse en su lugar

– da soporte a la espalda y el área pélvica

– Asiste a los músculos abdominales en acercarse de nuevo

– Ayuda a disminuir la retención de líquidos

– Asiste con el proceso de involución uterina

– Relaja la tensión muscular y de tendones y ligamentos

Se cree que también ayuda a la recuperación emocional por la sensación de soporte que provee.

Algunas fuentes recomiendan su uso 24/7. Yo lo utilicé solo una parte del día, ya que me daba mucho calor (y mas con ese verano potente y el polvo del Sahara xD) y sentía que mi cuerpo debía acostumbrarse a no necesitar el soporte.

Por otro lado también es bueno combinarlo con ejercicios adecuados al posparto para ir recuperando fuerza y tonicidad muscular.

A mí, en particular, el bind es algo que me ayudó bastante durante la recuperación después de mi segundo parto, me ayudó a mantener buena postura y con el dolor de espalda. Lo utilicé menos de 40 días, porque fui sintiendo que ya no lo necesitaba y creo que lo volvería a usar si tuviese otro bebé.

¿Usarías esta técnica para tu recuperación?

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