El parto es un evento único, explosivo y trascendental en la vida de una mujer.
Cada parto, aunque sea de la misma mujer, es diferente y cada experiencia deja unas huellas y enseñanzas distintas de la anterior.
Es importante tomar un momento para repasar y procesar lo que paso durante el parto, pues esto puede ayudar a que haya un cierre y quizás sanación de cosas que pasaron que tal vez no fueron las ideales.
Procesar el parto también puede quitar bloqueos y ayudarnos a ver cuáles fueron las elecciones que hicimos que cambiaríamos para una próxima vez, contribuyendo así a una próxima experiencia más placentera, expansiva o deseada.
Hay varias técnicas que podríamos utilizar para llevar a cabo esto:
– Utilizar el arte en cualquiera de sus expresiones, el dibujo es muy utilizado, por ejemplo.
– Escribir nuestra historia de parto, que podemos revisar una y otra vez hasta que sintamos que hubo un cierre.
– Hablar sobre nuestro parto con una persona que nos dé el espacio para expresarnos sin juzgar o tratar de arreglar lo que paso. Es importante poder sentir nuestras emociones libremente.
Este proceso no es algo que se hace una vez y listo. En mi caso, aunque mi hijo tiene 20 meses yo aun sigo descubriendo cosas de ese parto y lo sigo trabajando. Esto puede ser un proceso de toda la vida, pues tus experiencias de parto te acompañaran para siempre.