Tengo un pet peeve (en dominicano: algo que me da teriquito): ver las manos enguantadas “esperando” al bebé en las fotos y videos de parto, sobre todo cuando las manos de la mamá (las legitimas que deben recibir al bebé) ya están ahí, listas para recibir a su cría.

Puede ser un poco exagerado, pero para mí esas manos enguantadas representan el afán, la ansiedad de los proveedores de “hacer algo”, como de robarse el show.

Representan un irrespeto a esa diada que ha estado esperando 9 meses para conocerse y que sabe perfectamente que hacer para recibirse y abrazarse.

Representan unas ganas tremendas de colonizar una criatura que debe ser, primero que todo, colonizada por aquella que la co-creó.

Unas manos enguantadas recibieron a mi primer bebé y es una herida que no sana.

Ahora solo mis manos recibirán a mis bebés. Yo seré la primera en tocarlos y abrazarlos. O, en su defecto, su papá.

Me corresponde, es mi derecho y mi potestad.

¿A ti que te dicen las manos enguantadas?

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