Una tendencia que tenemos en esta época es buscar un millón de opiniones y defender nuestras decisiones.
Muchas veces creo que más que opiniones o recomendaciones, andamos buscando permiso para hacer lo que intuitivamente ya sabemos que es lo mejor para nosotros y para nuestros bebés y, cuando no encontramos ese permiso, terminamos llevándonos de una opinión o recomendación, que a veces parece más una orden o una condena, y al final no nos sentimos del todo satisfechas con nuestra decisión.
Hoy quiero que sepas que NADIE te conoce más ni entiende o intuye mas tus necesidades que TÚ. NADIE conoce, ni entiende más las necesidades de tu bebé o niño que TÚ.
Apaga un poco ese cerebro racional y escucha ¿qué te dice tu corazón, tu estomago? ¿Cuál es la decisión que te sientes impulsada a tomar y que se siente BIEN, que te da PAZ?
Date permiso de tomar las decisiones que sientes correctas, aunque no tengas un PhD sobre el tema.
Date el permiso de poner límites y no defender nada de lo que decidas, pues no hay necesidad de andar batallando y convenciendo a todo el que te cuestiona.
Si hay un permiso que necesitas es el de Dios, así que con conectar con tu intuición, apoyarte en la oración y buscar ayuda verdadera cuando sea necesario, es más que suficiente.
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