Lamentablemente todos en algún momento de nuestra vida hemos recibido comentarios o sufrido algún tipo de acoso o bullying relacionado con nuestro peso, algo que no debería ser NUNCA y muchísimo menos en la etapa de embarazo.

El peso es algo con lo que el paradigma médico de atención parece estar obsesionado. En cada consulta prenatal es monitoreado, algo que ha sido comprobado, no tiene sentido y no afecta el resultado ni positiva ni negativamente.

En mi opinión, este procedimiento afecta negativamente, ya que genera estrés y ansiedad en la embarazada y puede degenerar en actitudes hacia la alimentación que pueden ser dañinas.

La capacidad de parir de la mujer es cuestionada tanto si ella pesa demasiado o muy poco, de acuerdo a unos estándares arbitrarios.

Tengo para decirte que tu peso no determina absolutamente nada con respecto a la capacidad de tu cuerpo de abrirse y hacer emerger a tu bebé de tu cuerpo. Esto aplica tanto para las mujeres que están en “sobrepeso” como para las que pesan “muy poco”.

Lo repito de nuevo: Tu aguante y el funcionamiento del proceso de parto NO DEPENDEN de tu peso corporal.

Muchas cosas también dependen de como ha sido ganado ese peso, que tipo de alimentación llevas.

Siempre es importante cuidar tu alimentación y que te mantengas realizando algo de ejercicio. Con buena alimentación me refiero a consumir los nutrientes necesarios para fomentar y mantener la buena salud tanto tuya como de tu bebé.

Es muy importante obtener suficiente proteína (mas los aminoácidos que se encuentran en alimentos de origen animal) y suficiente grasa buena (aguacate, manteca, tallow, mantequilla, grasa de pollo, aceite de coco, aceite de oliva etc.). Hasta un postre con buenos ingredientes puede ser saludable y nutritivo.

¿Qué es bueno limitar? Las calorías vacías como los snacks ultra procesados (doritos, papitas and the like) las harinas ultra procesadas y mal preparadas, el exceso de azúcar (dulcitos, sodas, etc.) y los aceites de semillas. Para esto lo mejor es comer comida casera y evitar la comida rápida.

Si llevas algún tratamiento, ya sea alopático o alternativo, te corresponde a ti sopesar los pros y los contras y decidir si seguirlo, dejarlo o cambiar de abordaje durante el embarazo.

Si tu meta es tener un parto vaginal no te dejes manipular ni abusar, tu puedes parir como quieras, cualquiera que sea el peso que tengas.

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