Tengo que admitir que duré alrededor de un año posponiendo el embarazo. Yo sabía que era lo que Dios me pedía, porque el llamado era constante.
Pero yo tenía miedo.
Las circunstancias de la vida nunca son perfectas para las decisiones importantes y los grandes cambios (como casarse, tener hijos, etc.); al menos ese ha sido mi caso.
La verdad no sé porqué tenía tanto miedo si Dios en cada una de esas decisiones nunca nos ha dejado solos. De hecho, luego que lo hacemos, por lo general las cosas avanzan a pasos de gigante, pero supongo que en nuestra condición (muy) humana nos cuesta mucho confiar y nos trancamos en las circunstancias presentes sin permitirnos ver las bendiciones pasadas o futuras. Y admito que es más un problema mío que de Christian, lol.
Pero yo le había prometido a Dios y a mi misma que iba a tener todos los hijos que Él me mandara y luego de hablarlo por enésima vez con Christian (con nervous breakdown incluido) finalmente me di el permiso de soltar todas las precauciones y, vaya sorpresa, quedamos a la primera.
Tomas tenía muchas ganas de venir xD.
Para el tiempo que quede embarazada vivíamos en PC, pero ya habíamos decidido que nos íbamos a mudar, aunque no sabíamos a donde.
Yo, cuando me enteré (aunque ya sabía), tuve mi mezcla de emociones, como siempre. Aunque esta vez estaba más contenta que friquiada jejejej.
Christian estaba super feliz porque por él le hubiéramos dado para allá antes xD y los niños super contentos porque ellos están obsesionados con los bebés.
Decidí llevar el embarazo igual que el de Elena, sin seguimiento obstétrico, pero más enfocada en buena alimentación, suplementos que me hicieran sentido, etc. la alimentación plandémica del embarazo de Elena no fue muy óptima que digamos. También me enfoqué más en disfrutar del embarazo y cogerlo chill (dentro de mis posibilidades :P).
Quería hacer más ejercicio, pero bueno, eso no se logró. Quizá para el próximo jejej.
Mi enfoque era minimizar la posibilidad de complicaciones conmigo o con el bebé. La meta era un parto fisiológico en casa. Un parto familiar.
Ambos se lograron.
No es que yo esté en contra de tener a alguien que asista o atestigüe el parto y, de hecho, me encantaría llevar un embarazo con el apoyo de una buena partera, pero en el país no conozco ninguna con quien me sienta cómoda y la unica que conozco a quien invitaría a mi espacio en ese momento vive en USA.
El embarazo fue super normal y tranquilo. El único síntoma que experimente con el que no había tenido que lidiar antes fue un poco de hinchazón en los pies, relacionado al calor extremadamente intenso que ha hecho en el verano. Esto lo resolvía con mejor hidratación (electrolitos), buen consumo de proteínas (100gr/día mínimo) y elevar los pies con frecuencia.
Supuestamente yo quería llevar el embarazo hasta las 40 semanas, minimo, pero en realidad ya hacia el final me estaba desesperando y deseando que naciera a las 39 xD; no es que hice nada para “inducir naturalmente”, pero ya mi mente estaba en modo parto y bebé. No me veía 1 o 2 semanas más embarazada.
Así que en la semana 39 me enfoque en terminar las cosas que quería terminar antes de la llegada del bebé.
Yo, que anteriormente me había estado cansando de mover un dedo, esta semana tenia energia para hacer de todo y un chin mas.
Terminé de hacer los panes y comidas que quería hacer, lave todo lo que necesitaba lavar, le hice yogurt a Elena, hice granola y otros snacks para tener a mano, etc. entre otras cosas que no recuerdo.
Y así llegó el jueves. Yo tenía 39+2. Los jueves son días de limpieza en mi casa. Es el día en el que se limpian los baños y las habitaciones. Christian se despertó temprano para limpiar los baños y ya en esas últimas semanas que yo estaba eplota’, el decidio ayudarme con la limpieza, lo que significa que hacía lo más que podía para que yo solo tuviera que pasar el suape <3.
Abrí los ojos en medio de la noche con ganas de hacer pipi. Voy y me vuelvo a acostar, pero cada cierto tiempo me despierto de nuevo con unas “braxton hicks” inusualmente molestas. Me pase un rato ahí dando vueltas en la cama, pero no podía coger el sueño.
Vi que Christian no estaba ahí y me paré. Salgo afuera y me paso un rato con él. Después fui a ver la hora y veo que son las 4 y pico. Pienso que si no me duermo me voy a pasar el día fatal con todo lo que quería hacer así que decidí volver a intentarlo, pero entonces me dio hambre. Salí de nuevo, me comí un snack y ahí finalmente me pude dormir.
Me levante normal. Aún estaba sintiendo “braxton hicks” cada cierto tiempo, pero podía seguir mi día sin ningún tipo de contratiempo.
Cuando salí de la habitación ya Chrtistian había limpiado el baño de afuera y una habitación y la otra habitación estaba recogida y aspirada.
Me puse a hacer el desayuno en lo que Christian seguía avanzando en las habitaciones. Ese día él quería que cambiáramos el orden de la limpieza, o sea, él quería limpiar la sala y el comedor y dejar nuestra habitación y el baño para el viernes.
Yo le dije que no, que prefería que lo hiciéramos como siempre. Pero lo que quería era asegurarme de que el baño estuviera limpio por si acaso ese era el día.
Ese día hornee biscuits para consumir de una vez y para congelar y 2 hogazas de pan campesino. Esto era parte de lo que quería terminar.
Desayunamos y me puse a hacer otras cosas. No recuerdo muy bien, pero creo que puse una lavadora, recogí la mesa y luego me fui a mi habitación para despolvar. Llevé la ropa de los niños a su closet y en general me puse a recoger y organizar.
Christian salió con los niños al parque.
Yo despolve, aspire y trapee la habitación. Eso me tomó alrededor de 45 minutos-1 hora. Aun las sensaciones seguían, pero no progresaban y yo nadamas oraba para que se intensifican después del mediodía (porque mi patrón anteriormente siempre ha sido contracciones suaves desde la madrugada, hasta el mediodía, cuando se ponen intensas). Vamos a decir que para las 5 pm quería bebé en brazos.
Estaba confundida, porque aunque sí se sentían un poco diferentes de las braxton que había tenido antes, la diferencia no era tanta. Además duraban poco y no comenzaron a llegar más seguido en ningún momento. Todo el día se mantuvieron entre 20-30 minutos de diferencia. Y probablemente yo le estaba dando mucha mente jejejej.
Después que limpié, me senté un rato a descansar y luego me puse a hacer una sopa de cebolla, la cual grabé para un reel. Por ahí mismo mezclé un batch de granola, porque se nos estaba acabando, fregué y también tendí una ropa.
Luego llegaron Christian y los niños. Christian se fue a la oficina para entrar a una reunión que tenía, yo metí la granola en el horno y me fui a dormir a Elena y Simón se puso a jugar en su habitación.
Cuando Elena se durmió, Christian, Simón y yo nos pusimos a comer, luego el café, etc. y asi el día siguió transcurriendo como de costumbre.
Ya para las 3-4 de la tarde yo no tenía nada que hacer y hasta me estaba aburriendo porque ese día los kikos decidieron portarse super bien, Elena hasta comió sin conflictos jajajaj, es como que ellos sabían que algo iba a pasar.
Así que los dejé jugar y me puse a leer y ya ni me acuerdo que mas paso ese dia.
Te voy a contar un poco de cuál era la visión que tenía para el nacimiento de este bebé. OJO, no es que estaba visualizando ni nada por el estilo, simplemente cuando pensaba en el parto estas eran las cosas que deseaba que pasaran.
Quería que la intensidad empezara en un momento en el que pudiera hacer parte del trabajo sola, ya fuera en la mañana o en la noche.
En mi primer parto en todo momento había alguien o conmigo o inmiscuyéndose, haciendo preguntas y sugerencias.
En el segundo había hasta plomeros en mi casa. Gracias a Dios se fueron poco después de que las cosas se pusieran intensas y en ese parto mandé a todo el mundo a dejarme sola. Ahí me di cuenta que me iba mejor cuando estaba sin nadie hasta cierto punto.
Por eso para este quería empezar sola y en tranquilidad. Veo este patrón en mí en muchos aspectos. En casi todo lo que hago generalmente necesito un tiempo en el que las cosas son solo mías y vividas en privacidad antes de poder invitar a otros al asunto.
Lo otro que quería es que fuera rápido, igual que el de Elena. También quería poder manejar las contracciones mejor, no salirme tanto de control y gritar menos.
Quería poder tener suficiente claridad, una vez haya comenzado, para terminar de setear mi espacio. Ya tenía algunas cosas ahí, pero había otras que quería esperar para arreglar.
Por último quería no sentirme super debil en el momento posterior al alumbramiento de la placenta, para poder asearme y ponerme decente para moverme a la cama sin ensuciar todo #priorities.
Y obvio, el goal principal era que todo saliera bien, que tanto el bebé como yo estuviéramos bien y sin necesidad de recurrir a asistencia médica y, aunque se que esto es algo parcialmente fuera de mi control, es para lo que me esforcé durante el embarazo.
Así que bueno, el día siguió transcurriendo sin contratiempos. Como a las 5:30 pm Simón y Elena se estaban saliendo un poco de control y yo sentía que necesitaba 20 minutos de tranquilidad, así que le dije a Christian que les diera la cena y yo me fui un rato a la habitación a descansar.
Luego hicimos la rutina de irse a dormir de los kikos y yo salí a hacer la cena de Christian y mia en lo que Christian los dormía.
Cuando los kikos se durmieron Christian y yo cenamos vimos un par de videos y luego hicimos nuestra rutina de sueño xD y nos fuimos a acostar.
En todo este tiempo las contracciones seguían exactamente igual.
Yo traté de dormirme pero nunca logré coger el sueño profundo. Cada vez que venía una sensación me despertaba y ya me estaba quillando porque nada cambiaba, pero no podía descansar y para mi dormir es muy importante. Tampoco quería pasarme la noche en eso y que se intensificara en la mañana y no tener fuerzas para manejarlo.
Pero estaba aceptando mi situación y tratando de dormirme.
En una de esas me desperté y pensé “esta si está inusualmente intensa”, en ese instante sentí como si me hubieses dado una puñala jajajaj y le dije al bebé que se pasó (el se movía pilas en la barriga y me privaba a cada rato). También el golpe se sintió como un pop.
Cuando la contracción pasó, sentí líquido salir. Me paré juyendo de la cama y me fui al baño a asegurarme de que no había sangre. Cuando veo que no es sangre, respire profundo en alivio. Lo siguiente era chequear que el líquido estaba limpio, sin presencia de meconio, lo cual fue así. Era líquido amniótico claro. Es la primera vez que me pasa esto.
En el parto de Elena la bolsa se rompió prácticamente yo pujando y en el de Simón me la rompieron (: (esta práctica es poco recomendada por varias razones, pero esos son otros 500).
Se que me quedé un rato en el baño analizando lo que estaba pasando. Me puse a pensar que ojalá no durara el dia entero con la bolsa rota y teniendo contracciones jajajaj. Luego vino una contracción inesperada e intensa y supe que era GO time.
Me quedé unos minutos más y luego me puse en acción. Las contracciones comenzaron a venir frecuentemente y ya si necesitaba pararlo todo cuando venían.
Me puse súper enfocada en lo que quería lograr. Lo primero que hice fue sacar unas bolitas de dátiles (energy balls) y otras de mantequilla de maní (protein balls) que había hecho del freezer.
Luego llevé un velón al baño y lo prendí. Baje una cuestión de colgar ropa de la puerta de la ducha para que la puerta se abriera bien cuando quisiera entrar (en todo momento mi visión era parir ahí, porque en mis partos anteriores para allá fue que naturalmente gravité). Luego busqué un bowl y una bandeja y los lleve para el baño.
Haciendo todo esto estaba teniendo sensaciones responsables, no sé cada cuanto tiempo, pero eran frecuentes. Así que me paraba y hacía lo que tenía que hacer para manejarlo y luego seguía.
Una vez que el baño estuvo seteado me fui a preparar mi bebida de electrolitos. Exprimir dos limones, le puse miel, sal y cremor tartaro y llené la garrafa de agua. Lo mezclé y lo metí en el freezer.
Luego me puse a buscar otras cosas, que ahora no recuerdo que eran, pero cuando todo estuvo ready, cogí una de las botellas de agua que usamos cuando salimos y la llene de jugo y me la lleve al cuarto. En ese momento pensé que estaba lista.
Consideré poner música pero lo solté primero porque no quería que se despertaran aun y segundo porque no tenía espacio mental para buscar la música que quería xD.
Cuando finalmente dije YA, me recordé de una última cosa MUY IMPORTANTE que necesitaba buscar. Esto es algo que yo quería buscar durante la semana, pero siempre se me olvidaba. Es una estampita de la virgen embarazada que tengo. La quería usar como mi apoyo espiritual, vamos a decir.
Yo sabía que no era verdad que me iba a poner a recitar el rosario entre contracciones. La estampita es perfecta, porque cada vez que la veía era un recordatorio de que no estaba sola. Tenía apoyo de la mejor de las compañías.
Me dio trabajo encontrar la estampita, porque no estaba donde yo pensaba que estaba, pero al final la conseguí. Cuando la encontré me sentí tranquila y ya si podía tirarme de lleno al parto.
Me fui al baño. Las contracciones ya estaban en el punto en el que necesitaba estar cerca del suelo, no podía estar parada, ni sentada. Cada contracción me llevaba a 4 puntos.
En el baño tuve varias rondas de contracciones bastante intensas y que venían cada 3 minutos, según mi percepción. Llegó un momento en el que empezó a darme mucho calor, así que salí y me fui a la habitación. No sin antes coger una toalla que había puesto en el baño y mi estampita de la virgen. La toalla la extendí al lado de la cama para poder ponerme en mi posición sin estar tan incómoda y que el líquido que saliera no cayera en el piso.
Honestamente nunca había estado tan mentalmente presente en ninguno de mis partos. Usualmente cuando las cosas se ponen intensas pierdo la noción de todo y solo siento. En este parto era como si lo estuviera viviendo y sintiendo intensamente desde dentro, pero también viéndolo todo desde fuera. Mi capacidad de pensar nunca se fue al 100% y aun así, nunca sentí que yo estaba obstaculizando nada, ni que necesitaba dejar ir o soltar el control, porque el parto simplemente siguió su curso.
Esta vez también pude manejar las contracciones sin gritar tanto. O sea, no era que estaba super callada y zen, sino que los sonidos que hacía no eran altos o agudos. Tampoco estaba hablando tanto. Los sonidos eran más guturales. Cabe destacar también que desde el momento que me metí en el baño las contracciones eran medio “pushy”, es decir mi cuerpo estaba empujando al bebé hacia afuera.
Luego de que salí a la habitación prácticamente no me moví de donde me puse. Cada vez que se terminaba una contracción me sentaba y descansaba y cuando venía la próxima tenía que ponerme otra vez en 4 puntos. Ya sentía que estaban viniendo más rápido, quizás cada dos minutos.
Llegó el momento en el que ya necesitaba a alguien conmigo y empecé a pensar en despertar a Christian. En lo que yo pensaba en eso, Christian se despertó y me vio.
Se paró inmediatamente y fue donde mi. No se si me dijo algo, pero después salió de la habitación, creo que a preparar jugo xD. En ese momento yo no quería que él se fuera, pero me vino otra sensación y no pude decir nada. Cuando paró, con toda mi fuerza de voluntad salí a buscarlo para que me acompañara.
El vino conmigo y estuvo ahí durante la próxima contracción. Luego cuando esta pasó le dije que me pasara la botella para tomar un poco del jugo. Vino otra más, estuvo conmigo y después fue a buscar un sorbete.
Luego de eso, si mal no recuerdo, ya no se movió más de mi lado. El resto del trabajo de parto, antes de la etapa final, me la pase ahí al lado de la cama.
Ah, lo otro que hizo fue poner el celular a grabar xD. Yo se que yo nunca voy a ver ese video, pero él lo vio y dice que desde que se despertó hasta que me moví de ahí, fueron entre 25 y 30 minutos.
En un punto noté que la kika estaba despierta. Ella se quedó acostada en la cama y no dijo ni Ji xD.
Poco después que noté esto las contracciones se pusieron aún más intensas. Recuerdo un momento que estaba llorando y le pregunte a Christian “What if I’m doing this wrong?” (¿Y si lo estoy haciendo mal?) y él me dijo que lo estaba haciendo muy bien, obvio jajaj.
Luego de eso tuve un par de contracciones más ahí y me paré en dirección hacia el baño.
Tardé unos minutos para poder llegar, porque ya ahí las contracciones se pusieron a venir una detrás de la otra, cuando finalmente llegué al baño me puse en 4 puntos. Mi meta era la ducha.
Estaba tratando de abrir la bendita puerta y que se quedara abierta pero ella insistía en cerrarse.
Las contracciones se sentían como una sola contracción sostenida, de tan rapido que estaban viniendo. O sea, la contracción se suavizaba, pero la sensación no se iba del todo, porque de una vez empezaba la otra. Tenía unas ganas locas de pujar con cada una.
Finalmente logré entrar a la duchay estaba diciendo “Quiero agua, quiero agua”, Christian creía que era para tomar, así que le dije que no que era la de la ducha. Cuando finalmente me comenzó a echar el agua, sentí muchísimo alivio y pude concentrarme full para pujar.
Con cada contracción sentía la cabeza ahí. Esta vez trate de pujar más despacio, para evitar lo más posible un desgarro.
Puje dos o tres veces, llevé la mano y sentí la cabeza coronando. Con dos veces más ya la cabeza completa estaba afuera. Mientras salía la cabeza yo sentía el ardor y podía sentir que se estaba haciendo un desgarro, que al final no fue nada grave, gracias a Dios. No sé si fueron uno o dos pujos más y pude sacar el cuerpo completo.
Yo misma lo agarre con mis manos, igual que a Elena. De verdad que no hay NADA en el mundo que se sienta igual que esto.
Desde que lo levanté, aún con la poca luz que había, lo vi rosadito. Que felicidad. Me lo lleve al pecho, luego le mire la cara y solo podía decirle lo hermoso que era. Luego miré para atrás y vi que Simón y Elena estaban ahí, con una cara de felicidad difícil de explicar. Les enseñe a su hermano. Luego procedí a mirarlo bien.
Estaba respirando bien, solo sacando un poco de flujo que aún tenía en la boca. Tenía diez dedos de las manos y 10 de los pies. Le toque la columna, se sentía completa. Lo abrace.
Luego lo mire para identificar quien era. ¡Yo sabía que ya era tiempo de mi Tomás!
Me guarde el conocimiento de quien era unos instantes. Luego les dije a Christian, Simón y Elena “Es Tomás”.
Unos momentos después le llegó el tiempo a la placenta. Sentí una contracción y me puse en cuclillas, pero no pasó nada. Poco después sentí otra, me puse en cuclillas y pujé un poco y ahí salió, me paré y terminó de salir. Completa. ¡Y yo me sentía bien! Nada de mareo, ni debilidad.
Luego de unos minutos, le pase el bebé a Christian y me asee, me puse todas mis cosas, mi bata, que estaba todo listo ahí y me fui a mi cama. Sin hacer reguero jajajajja.
Christian me dio al bebé. Simon, Elena y yo nos quedamos conociendolo, mirándolo, hablándole y Christian fue a hacer la comida que le pedi días atrás que fue una pasta con mantequilla y parmiggiano.
Todos comimos. Los niños estaban como que eran las 7 de la mañana y no querían dormir xD. En todo eso nos dieron las 3:30 AM (bebé nació alrededor de la 1:30) y yo dije que ya, todos teníamos que dormir.
Nos dormimos, aunque no tanto, porque a las 7 am ya estábamos todos despiertos jajaj.
Cuando nos despertamos como a las 6 y algo decidimos cortar el cordón umbilical. Simón grabó todo el proceso (y super bien). Luego chequeamos la placenta.
Les enseñamos a los niños el saco amniótico y les explicamos que ahí adentro era que estaba el bebé, les enseñamos la parte de la placenta que estaba del lado del bebé y la que estaba pegada a mí. La placenta estaba completa, no parecía que le faltaban pedazos, ni nada por el estilo. Luego Christian la puso en un ziploc y la metió en el freezer.
Y ya después procedimos a vivir nuestro día. Obviamente todo el mundo estaba muy cansado porque no dormimos nada en la noche jajajaj pero felices. Nos enfocamos en conocer a Tomás y disfrutarlo.
Yo todavía no tengo palabras para describir lo feliz que estoy con como salió todo.
Todavia estoy anonadada con como TODO, todo lo que yo deseaba que fuera, fué. Cada detalle parece que fue cuidado por las mismas manos de Dios; no solamente eso, sino cada detalle después que nació el bebé ha sido increíble.
Todas las cosas han caído en su lugar, el papeleo fue 99% menos complicado que con Elena, el examen físico que le hizo la pediatra a Tomas salio perfecto, hemos obtenido todo lo que necesitábamos, desde dinero, hasta tiempo y espacio para la recuperación, el descanso y la adaptación.
Lo único que puedo decir es que el dicho “Cada bebé viene con un pan bajo el brazo” se confirma y reconfirma con cada bebé con el cual hemos sido bendecidos.
Que historia tan bonita! me da mucha alegría leer historias exitosas como esta! Felicidades, admiro tu entereza para afrontar tus partos en familia. Que Dios bendiga a tu Tomás! ❤️
Cuanto me alegro que todo haya salido bien. Wow, viví cada momento que fuiste relatando antes, durante y después del parto. Estoy feliz por Tomás. Yo lo sentía en mi corazón que iba a ser varón, lo que no sabía era el nombre. Mi respeto y admiración, porque de por sí no es fácil parir, pero sola, no me lo imagino. Un abrazo para todos.